20 Jul Causas y consecuencias del estrés hídrico
En el artículo de hoy no vamos a hablar de fugas de agua, ni de circuitos de calefacción, ni de ningún sistema o tecnología de detección de fugas. Hoy vamos tratar un tema relativo al agua, acerca del que pensamos que debemos aportar nuestro granito de arena para concienciar sobre su importancia. Se trata del «estrés hídrico», sus causas y consecuencias.
Qué es el estrés hídrico
Por estrés hídrico se entiende el desajuste producido cuando la demanda de agua es superior a la cantidad de agua disponible en un determinado período de tiempo. El término apareció a finales de la década de los ochenta del siglo pasado, ligado a la problemática de la falta de agua. Se ha situado el umbral de los 1.700 metros cúbicos disponibles por persona para detectar las zonas donde puede darse este problema.
Cuando se produce este desajuste entre agua disponible y la demanda, se produce un desgaste en los recursos disponibles y una disminución de la calidad del agua. Por ejemplo, esta circunstancia puede llegar a secar ríos y lagos, o la contaminación de acuíferos.
Causas de esta problemática
Aumento de la población
Son varias las causas que pueden producir estrés hídrico. La demanda de agua producida por el aumento de la población es una de las causas que puede provocar la aparición de este desajuste en algunas zonas.
Durante el último siglo, la población mundial ha experimentado un crecimiento sin precedentes. Actualmente, se calcula que hay unos 7 .700 millones de personas en el mundo, cantidad que crecerá hasta los 11.000 millones a finales de siglo. Lógicamente, este aumento demográfico influye directamente en la demanda de agua.
Cambio climático
El cambio climático es otro de los aspectos que puede propiciar situaciones de alteración entre el agua disponible y la demanda. Según estudios de la Universidad Rey Juan Carlos, las alteraciones en el clima pueden acabar con una parte bastante importante de la reserva de agua dulce en el conjunto del planeta.
Problemas y consecuencias del estrés hídrico
Los efectos negativos del desfase entre la demanda de agua y la cantidad disponible son de diversa índole.
Cultivos
Por un lado, este desajuste puede afectar a los cultivos cuando no hay agua suficiente para garantizar el correcto crecimiento de las plantas cultivadas. La consecuencia puede ser una disminución de la cosecha anual o, en el peor de los casos la pérdida total por la muerte de las plantas.
Plantas
Para las plantas también supone un problema grave. La primera de las consecuencias puede ser un crecimiento menor de gran cantidad de plantas a medida que disminuye el agua de la que pueden disponer. También puede afectar al proceso de fotosíntesis.
Enfermedades
Pero hay otras consecuencias graves que puede ocasionar esta circunstancia, como la aparición de enfermedades. Según la ONU, la falta de agua potable puede propiciar la aparición y propagación de diarreas y otras enfermedades como el cólera. La expansión de enfermedades derivadas de la falta de agua podría provocar, según esta organización, hasta medio millón de muertos anuales.
Lugares donde se produce el estrés hídrico
Este es un problema que afecta al conjunto del planeta. La organización World Resources Institute ha desarrollado una herramienta, denominada Aqueduct, que ha permitido localizar los países que más sufrirán este problema en el período situado entre 2030 y 2040.
Países situados en la Península Arábiga y Oriente Medio, como Barheim, Qatar, Arabia Saudí o Kuwait tendrán problemas de esta índole para 2040. No obstante, esta problemática se extiende por todos los continentes. Estados Unidos, Namibia o Chile son otros países que pueden tener problemas de déficit de agua en un futuro próximo.
Índice de estrés hídrico
Este índice determina la tasa de transpiración de un determinado cultivo a partir de la temperatura del dosel (distribución de las hojas del cultivo) y del déficit de presión del vapor. Las plantas con un déficit hídrico alto presentan una temperatura mayor que la temperatura ambiente.
Estrés hídrico en España
España se encuentra en el puesto número 28 dentro de la clasificación citada anteriormente referente al estrés hídrico. El consumo de los recursos hídricos en nuestro país está entre el 40 % y el 80 %, pero hay zonas que superan el 100 % de los recursos.
Nos gustaría haber aclarado la importancia del estrés hídrico, así como información útil sobre sus causas y consecuencias.
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